martes, 24 de enero de 2012

Sacando provecho del despiste ajeno

¿Qué hay de nuevo, hijos de la grandísima puta?

Este fin de semana recuperé una técnica que había dejado apartada largo tiempo, ya que a causa de un mal uso de la misma tuve serios problemas. Así que quedáis advertidos, solo vosotros sois responsables de vuestro comportamiento. Este espacio solamente trata de hacer difusión de un conocimiento general sobre el mundo del hijoputismo, pero nunca promoverlo. Si estáis leyendo esto, aceptáis no poder utilizar este argumento en un juicio contra mi persona. Si lo rechazáis, sacaros los ojos.

En cualquier caso, como decía, existe un estado humano muy dado a idear hijoputadas: el despiste ajeno. Además, desde mi experiencia, es una de las prácticas que más satisfacción personal produce, no sabría explicaros porqué.

Lo primero, hay que saber distinguir entre un despiste y lo que no lo es. Un despiste no es una planta anual de la familia de las Gramíneas, que crece hasta 40 ó 50 cm y echa una panoja oval, con espiguillas de tres flores y semillas menudas; eso es un alpiste. A mi entender, un despiste es una situación que impide a una persona darse cuenta de lo que sucede a su alrededor, ya sea porque es tonta, porque confía en ti, porque no está mirando, o porque directamente no está.

Mis despistes favoritos son dos: dejarse el Facebook encendido en el ordenador de mi casa, y dejarse el movil en la mesa donde estamos cenando mientras se sale a fumar un piti. Hoy en día, solo un verdadero gili... despistado, se dejaría el móvil sin bloquearlo con las líneas y los puntos esos que no se como se llaman, pero os aseguro que el Will lo hizo. De ahí, el estado que alguno de vosotros seguros leísteis, y comentásteis, el sábado por la noche a eso de las 24h. Lamentablemente, lo malo de esta técnica es su volatilidad, pues cuando el afectado de da cuenta borra el estado. Aún así, tuve la suerte de contar en mi equipo con Alberto Feliz, un hijoputa en potencia, que hizo pantallazo antes de que fuera demasiado tarde:



Podréis observar que en tan solo 18min, este estado consiguió 10 "Me gusta" y os puedo asegurar que incluso un número mayor de comentarios de felicitación; la gente se alegra de los triunfos ajenos.

A modo de ideas, os quiero relacionar alguno de mis mejores trabajos en este campo, de los cuáles lamentablemente no guardo imágenes debido a que sucedieron antes de abrir este blog. Se siente. Los estados de Facebook que redacté fueron:

- "Dios! Salgo de la habitación pq me acabo de tirar un peo que me está asfixiando. Vuelvo en 5min". Comentarios recibidos: "Que asco!", "Que guarra", "Estás podrida", "Gracias por mantenernos informados".

- "Acabo de descubrir el onanismo. Fantástico!". Comentarios: "Felicidades!", "Disfruta de ello", "Cierra el lavabo con pestillo", "Cris, soy tu madre. No deberías haber publicado esto. Nunca más podré mirarte a los ojos"...

- "La operación ha sido un éxito: talla 95 conseguida!", comentario acompañado de una foto semejante a la siguiente (sin la frase en medio, claro):



La gente empezó a abrir el chat a la víctima y preguntarle que "porqué había subido la foto a Facebook", "que porqué se operaba sitampoco estaba tan plana", "que si podían practicar el onanismo mirando la foto"...

- Mediante Messenger, también entré alguna vez en el de mi hermano para proponer cibersexo a sus contactos.

... Las opciones son infinitas, todo depende de tu creatividad y de tu arte para detectar despistes.

Un consejo que os quiero dar, es que las verdaderas hijoputadas no son directamente transferibles. Quiero decir, hay que adaptar la broma a la situación. Y buscar siempre la verosimilitud: Si de estado, le escribes a una víctima "Soy gay"... Rápidamente la gente sabrá que algún subnormal le ha cogido el móvil al dueño de la cuenta. Está muy visto. O si le escribes, "Acabo de pisar la Luna"... la gente simplemente pensará que el dueño de la cuenta es tonto. Lo cual está bien, no me malinterpretéis, pero hay que buscar el feedback. Siempre el feedback!!!

Trata de alargar el máximo posible la broma, intentando no levantar sospechas sobretodo en la presa. Cuanto mayor sea la difusión de la broma, mayor será la humillación de la víctima. Algunas de las mías incluso se han suicidado.

Hala, por la sombra!

1 comentario: