Hoy más hijos de puta que nunca. Y es que la sensación que me invade ante los últimos sucesos es una mezcla de orgullo y de "qué hijos de puta...". La policía cuando te coge por delinquir, o cuando te coge porqué simplemente son unos hijos de puta, suele decir "todo lo que digas puede ser utilizado en tu contra". Y tienen razón. Unas hijas de puta se han aprovechado de mi despiste para jugármela en Facebook, instruidas por mi último post "Sacando provecho del despiste ajeno".
Las Hijasdeputa en cuestión, han sido María Artero y Alexandra Martínez (nombres ficticios en pos de conservar su anonimato). María con toda seguridad; Alexandra muy posiblemente, conociéndola a la guarra. El caso es que, durante una noche de fiesta, en casa de las susodichas, me conecté al Facebook para aceptar las peticiones de amistad que cada día me envían numerosas tías buenas sedientas de sexo, que si no se me acumulan, y se me olvidó desconectarme. Al día siguiente, me encontré varias intromisiones ajenas en mi perfil, tales como:
O:
O, mi preferida, realmente buena, que explora posibilidades mucho más allá de la simple foto en la que sales feo o comentario repugnante. Lo peor de todo, es que jamás en la vida le "había gustado" tanto un comentario "mío" a nadie, cosa que me lleva a plantearme contratar indefinidamente para que hagan crecer mi popularidad a Maria Martínez y Alexandra Artero... digo, María Artero y Alexandra Martínez (es que he perdido la tecla de borrar de mi teclado). Sea como sea, aquí os dejo el Imppantpetsis en cuestión:
Y hasta aquí la entrada de hoy; una cura de humildad. Solamente dejar constancia de una imagen graciosa con la que me he encontrado editando los Impantpetsis:
Igual cambio el letrero de Mr Burns, por esto, quién sabe... Hala, hasta otra Hijosdeputa.
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