lunes, 18 de julio de 2011

Hijoputas, esos grandes incomprendidos

Bienvenidos al primer blog de hijoputas de la historia del mundo o, en su defecto, visto por los creadores de este dominio (conste que ni siquiera nos hemos molestado en poner "hijoputismo" en el Google).

Pero por qué este tema? Por qué ahora? Pues, amigos sin amigos, he aquí la esencia del hijoputismo: tocar el peor tema posible en el momento menos adecuado. Un buen hijoputa le choca los cinco a un amigo manco, o pide una pizza a nombre y dirección de un conocido a las 4 de la mañana, o invita a los colegas a cenar y mete ácido sulfúrico en los mojitos. Cosas graciosas, vamos.

Pero no descubramos todo el pastel a las primeras de cambio. Hoy me limito a daros las gracias por haber escrito o copypasteado la dirección de esta web en vuestra barra de navegación. Que sepáis que inmediatamente, tras hacerlo, han pasado dos cosas: se ha sumado un dígito a mi contador de visitas y se ha descargado un virus en vuestro ordenador. ¿Qué esperábais? Hijoputismo. Si entráis en un blog llamado hijoputismo, pues hijoputismo tenéis. Si es que parecéis tontos.

En cualquier caso, teniendo en cuenta que todavía hemos de decidir la línea a seguir por el blog, os propongo que comentéis ideas en este post: cualquier putada que hayáis cometido (aunque mejor si la habéis experimentado), cualquier comentario desgradable y destructivo o cualquier foto de vuestras novias en pelotas serán bienvenidos.

¡¡¡Espero volver a veros por aquí más adelante!!! ¡No dejéis de seguirme!

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